lunes, 8 de julio de 2024

DIÁLOGOS

 


1. El signo que debe utilizarse en los diálogos es un guión largo llamado “raya”. En el ordenador, se obtienen pulsando al mismo tiempo las teclas CTRL + ALT + guión del teclado numérico (el que está a la derecha del teclado).

2. Cuando cambia el personaje que habla, se cambia de párrafo y se empieza la siguiente línea del diálogo con otro guión largo. El maquetista y el corrector tipográfico han de tener en cuenta que si escribimos los párrafos de un texto con sangría en la primera línea (dejando unos milímetros de blanco en la primera línea), el párrafo de diálogo, como los demás párrafos, debe llevar también la misma sangría en la primera línea antes de la raya de diálogo. 

3. ­­—No debe dejarse espacio de separación entre el guión de diálogo y el comienzo de cada una de las intervenciones. 

4. La raya precede a la intervención de cada uno de los interlocutores.

5. En español no se escribe guión de cierre si tras el comentario del narrador no sigue hablando inmediatamente el personaje.

6. Se escriben dos rayas, una de apertura y otra de cierre, cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje y esta continúa inmediatamente después.

7. Cuando el comentario o aclaración del narrador va introducido por un verbo de habla (decir, añadir, asegurar, preguntar, exclamar, reponer, etc.), su intervención se inicia en minúscula, aunque venga precedida de un signo de puntuación que tenga valor de punto, como el signo de cierre de interrogación o de exclamación.

8. Cuando el comentario del narrador no se introduce con un verbo de habla, las palabras del personaje deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe iniciarse con mayúscula. Si tras el comentario del narrador continúa el parlamento del personaje, el punto que marca el fin del inciso narrativo se escribe tras el guión de cierre.

9. Si el signo de puntuación que hay que poner tras el inciso del narrador son los dos puntos, estos se escriben también tras el guión de cierre.

 

Ejemplos sobre la utilización del guión largo en los diálogos:

 

—No es oportuno —dijo el director, levantándose—. Mañana terminaremos este asunto.

—No  es  oportuno.  —El  director  se  levantó  y  añadió—:  Mañana terminaremos este asunto.

—No  es  oportuno  —dijo  el  director.  Se  levantó  y  añadió—:  Mañana terminaremos este asunto.

—No es oportuno. Mañana terminaremos este asunto —dijo el director, y se levantó.

—No es oportuno —dijo el director—. Mañana terminaremos este asunto. —Y se levantó.

—No  es  oportuno.  —El  director  se  levantó—.  Mañana  terminaremos  este asunto —añadió.

Diferencias entre diálogo directo y diálogo indirecto

Se llama diálogo directo a aquel en el que los personajes hablan directamente, sin intervención del narrador. Es decir, el típico diálogo que nos encontramos en una novela o un relato y que tiene esta forma:

—Hola —dijo Pedro.
— ¿Cómo te encuentras? —preguntó María.

En cambio, en el diálogo indirecto es el narrador el que habla por los personajes, tal que así:

Pedro dijo hola a María y ella le preguntó cómo se encontraba.

1. Cada intervención en un párrafo. Es decir, cada vez que un personaje habla, se hace un punto y aparte de comienzo y de final:

FORMA CORRECTA:
Los niños se encontraron por la calle y comenzaron a hablar:
—Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa —comentó Martín—. ¿Te apetece?
—Vale, pero tengo que preguntarle a mi madre si me deja —dijo Ana.

2. Los espacios donde tocan. Al comenzar el diálogo, no hay separación entre la raya y el comienzo de la frase. Además, los incisos o intervenciones del narrador van siempre entre rayas y sin espacios, ya que funcionan como si fueran paréntesis. Es decir:

FORMA CORRECTA:
—Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa —comentó Martín—. ¿Te apetece?
—Vale, pero tengo que preguntarle a mi madre si me deja —dijo Ana.

Fijaos en que al final de una línea de diálogo que termina con el narrador (dijo Ana) no se coloca raya de cierre. Basta con el punto.

3. Los signos de puntuación con los verbos dicendi. Por norma general, los signos de puntuación se colocan siempre después del inciso, cuando el verbo principal de la frase es un verbo dicendi o verbo del habla (dijo, comentó, susurró, preguntó, exclamó…):

—Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa —comentó Martín—. ¿Te apetece?
—Vale, pero tengo que preguntarle a mi madre si me deja —dijo Ana.

Tomando de nuevo el ejemplo anterior, fijaos en que tanto en la intervención de Martín como en la de Ana el inciso comienza en minúscula y sin puntos ni comas. El signo se pone al final del inciso. Ocurriría lo mismo para otros signos de puntuación:

—Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa. ¿Te apetece? —dijo Martín.
—Vale —respondió Ana—, pero tengo que preguntarle a mi madre si me deja.

4. Los signos de puntuación cuando el verbo NO es dicendi. Cuando nos encontramos un verbo distinto a los comentados en el punto anterior (es decir, un verbo que no sea de habla), la representación se realiza de otra forma. En este caso, el punto se coloca antes del inciso y este comenzará con mayúscula o minúscula según corresponda, como en el caso de los siguientes ejemplos:

—Déjame verlo. —Abrió la caja.
—Déjame verlo. —Abrió la caja—. No lo romperé.
—¿Puedo verlo? —Abrió la caja—. No lo romperé.
—Déjame verlo —abrió la caja— o me pondré a gritar.

Representación gráfica del diálogo directo con comillas

Además de la forma anterior, el diálogo directo también puede representarse con comillas latinas, ya sea en su forma mixta o en la forma anglosajona. Veamos cómo funciona la puntuación en estos casos:

FORMA MIXTA. Extraído del libro “Santuario”, de William Faulkner:
«No lo saque —respondió Popeye—. Dígame qué es».
«Es un libro».
«¿Qué libro?» —dijo Popeye.

FORMA MIXTA con comillas latinas:
«No lo saque», respondió Popeye. «Dígame qué es».
«Es un libro».
«¿Qué libro?», dijo Popeye.

FORMA MIXTA con comillas inglesas:
“No lo saque”, respondió Popeye. “Dígame qué es”.
“Es un libro”.
“¿Qué libro?”, dijo Popeye.

FORMA MIXTA con comillas simples:
‘No lo saque’, respondió Popeye. ‘Dígame qué es’.
‘Es un libro’.
‘¿Qué libro?’, dijo Popeye.

Representación del diálogo dentro del diálogo

Otra duda frecuente es cómo escribir un diálogo dentro de un diálogo. Es decir, ¿qué pasa si un personaje imita la voz de otro? Pues algo tal que así:

Extraído del libro “Pedro Páramo”, de Juan Rulfo:
—Estás segura de que él fue, ¿verdad?
—Segura no, tío. No le vi la cara. Me agarró de noche y en lo oscuro.
—¿Entonces cómo supiste que era Miguel Páramo?
—Porque él me lo dijo: «Soy Miguel Páramo, Ana. No te asustes». Eso me dijo.

Representación de pensamientos

A veces, las voces de un personaje en la historia no son habladas, sino pensadas. En este caso, la representación correcta es siempre con comillas (latinas preferiblemente), nunca entre rayas:

«Qué sueño tengo», pensó Lucas. «Debería irme a la cama».

Hasta aquí esta introducción a cómo escribir diálogos. ¿Qué os ha parecido? Recordad también que encontraréis mucha información más sobre cómo manejar la escritura de diálogos en nuestro libro Cómo escribir diálogos. ¡Feliz escritura!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario