sábado, 7 de diciembre de 2024

5. EL VACÍO EMOCIONAL Y EL CEREBRO

Capítulo 5: El Vacío Emocional y el Cerebro


Impacto en el Sistema Nervioso Autónomo

El vacío emocional es un estado psicológico complejo que puede manifestarse de diversas formas, como la sensación de falta de propósito, desconexión, o una profunda tristeza. Si bien es un concepto subjetivo, su influencia en nuestro organismo, especialmente en el sistema nervioso autónomo (SNA), es muy real y significativa.

¿Cómo se conecta el vacío emocional con el SNA?

Cuando experimentamos un vacío emocional, nuestro pensamiento interpreta esta situación como una amenaza o un peligro para nuestro bienestar. Esta amenaza es comunicada al sistema límbico cerebral que la procesa como miedo y lo transmite al tallo cerebral que activa el sistema nervioso simpático y nos  prepara para luchar o  huir. 

Efectos del vacío emocional en la función de los órganos del cuerpo humano

Sistema nervioso: Ocasiona estrés crónico con incremento de las hormonas del estrés como el cortisol. Debilita el sistema inmunológico y contribuye  a una mayor susceptibilidad a las enfermedades. Alteraciones del sueño o los despertares frecuentes. La falta de sueño, a su vez, afecta múltiples funciones corporales.

Sistema cardiovascular: El aumento de la presión arterial, puede dañar el corazón y los vasos sanguíneos. Las emociones negativas, como la tristeza y la soledad, se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.

Sistema digestivo: Trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable, la acidez estomacal y las úlceras.

Ante el vacío emocional la respiración se hace rápida y superficial, lo que a largo plazo puede llevar a una disminución en la oxigenación de los tejidos, o bien el cuerpo puede entrar en un estado de hiperventilación, causando mareos, palpitaciones y sensación de ahogo o puede exacerbar enfermedades respiratorias preexistentes como el asma, debido a la inflamación de las vías respiratorias.

La tensión que ocasiona el vacío emocional puede manifestarse con tensión muscular en el pecho y el diafragma, dificultando la respiración profunda y relajada.

¿Qué podemos hacer?

Entender que nuestras emociones pueden influir en nuestra salud física es el primer paso para abordar el problema.

La meditación, el yoga y la respiración profunda son técnicas de relajación  que pueden ayudar a calmar el sistema nervioso y mejorar la función respiratoria.

  • Buscar apoyo profesional: Un terapeuta puede proporcionarte herramientas y estrategias para manejar el vacío emocional y mejorar tu bienestar general.

  • Cuidar de tu salud física: Practicar ejercicio regularmente, mantener una dieta saludable y dormir lo suficiente son fundamentales para fortalecer tu sistema inmunológico y mejorar tu capacidad para manejar el estrés.

En resumen, el vacío emocional puede tener un impacto significativo en nuestro sistema respiratorio. Al comprender esta conexión y tomar medidas para manejar el estrés y mejorar nuestro bienestar emocional, podemos mejorar nuestra salud respiratoria y calidad de vida.


  • Neurociencia del vacío: Explicar de manera sencilla los procesos neurobiológicos que subyacen al vacío emocional.
  • El papel de los neurotransmisores: Describir cómo los neurotransmisores como la serotonina y la dopamina están involucrados en la regulación del estado de ánimo.
  • Plasticidad cerebral: Destacar la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse, ofreciendo esperanza para la recuperación.

 

Página siguiente

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario